La ventilación y la calidad del aire interior ocupan puntos relevantes en el orden del día de las constructoras e ingenierías. Ambos conceptos son ahora de vital importancia y han dejado de tener papeles secundarios en los nuevos proyectos, así como en instalaciones ya existentes.
La contaminación, pero sobre todo la pandemia, han despertado la preocupación por el aire que respiramos y sus efectos directos a nuestra salud. Además, tenemos que tener en cuenta que los hábitos de la gran mayoría de la población, que vive en grandes ciudades, se traducen en pasar mucho tiempo en espacios cerrados compartidos con más personas. Por este motivo, el control de la calidad del aire interior es ahora un factor esencial.
Calidad del aire
Para conseguir ambientes seguros es indispensable que exista una renovación del aire, es decir, una impulsión de aire exterior y una extracción del aire viciado. Por consiguiente, es determinante disponer de un sistema automatizado que controle los equipos de ventilación para garantizar una calidad del aire según las normativas vigentes.
Al hablar del aire interior, Salud Pública de la UE enumera ocho factores que determinan la calidad del aire: la temperatura, la humedad, la ventilación, las partículas en suspensión, los microbios, los productos químicos, el radón, así como los animales domésticos y las plagas. La OMS ha concluido que las partículas PM son uno de los contaminantes más peligrosos para la calidad del aire.
Las directrices de la OMS sobre las PM 2,5:
● El límite máximo anual no debe superar los 5 μg/m3 (anteriormente 10 μg/m3).
● El límite diario de PM 2,5 no debe superar los 15 μg/m3 (anteriormente 25 μg/m3).
Conseguir y mantener estos niveles tanto en el exterior como en el interior es crucial. Aunque la calidad del aire exterior sea mala, podemos controlar los factores nocivos de la calidad del aire en el interior con una medición frecuente y una filtración adecuada.
Control y automatización
El control y la automatización de la calidad del aire es básico para poder actuar debidamente en la calidad del aire en espacios interiores. Además, permite hacer un uso eficiente de las instalaciones. El RITE dispone 6 tipologías posibles de control de la calidad del aire. La opción más completa y sofisticada es la IDA-C6, que consiste en el control mediante sensores que miden parámetros de calidad del aire interior (CO₂ o VOC). Esta elección se emplea para locales de ocupación variable, como teatros, cines, salones de actos, aulas, recintos para el deporte y similares.
Con la marca finlandesa Produal, hemos introducido en España un nuevo transmisor de calidad del aire multiparámetro llamado SIRO.
Estos nuevos equipos incorporan la medición de temperatura y humedad + PM1/PM2.5/PM10 o la combinación con CO₂ y VOC.
Funcionan con la recomendada tecnología de infrarrojos NDIR y su protocolo de comunicación es Modbus.
Actualmente, ya se han instalado exitosamente en decenas de grandes establecimientos del sector retail en nuestro país.
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Además, la instalación de estos equipos es muy útil para obtener las certificaciones tipo LEED®, BREEAM®, RESET®, WELL®, DGNB® o VERDE®. Estos son algunos estándares de certificación de edificios ecológicos más conocidos que también hacen referencia a la calidad del aire. En particular, WELL, el primer sistema que se centra exclusivamente en la salud y el bienestar de los ocupantes de los edificios, se refiere en detalle, por ejemplo, a la concentración de CO₂, CO, TVOC y partículas finas PM. RESET es también un estándar interesante para la certificación de edificios comerciales, y su papel e importancia aumentaron durante el COVID-19. Este subraya la importancia de la calidad del aire interior al controlar, medir y presentar continuamente los datos a los usuarios del edificio, especialmente sobre las concentraciones de PM 2,5, TVOC, CO₂, y CO, así como el estado de la temperatura y la humedad. En concreto, exige que los sensores y transmisores cubran el 80 % de los espacios habitualmente ocupados del edificio.
En la mayoría de los casos, estos certificados también hacen hincapié en la eficiencia energética de los edificios y su capacidad de reducir el consumo energético. Con la automatización de control, se consigue un gran ahorro energético, activando la ventilación solamente cuando es necesario y de la manera más eficiente. Además, el retorno de la inversión queda más que asegurado con la futura economización de costes en energía y mantenimiento.
La medición continua es la clave para un aire saludable
Cumpliendo la normativa de las autoridades, basada en las directrices del Parlamento Europeo y de la OMS, y teniendo en cuenta las recomendaciones de los estándares de certificación, podemos garantizar que el aire que respiramos es saludable. La forma más fiable de conocer la calidad de nuestro aire interior es medir los principales factores que la afectan.
Desde Morgui Clima ayudamos a conocer la calidad del aire interior ofreciendo una amplia gama de sensores y transmisores que miden con precisión los parámetros más cruciales, CO₂, TVOC y PM 2,5. Mediante la medición, se pueden tomar medidas decisivas e inmediatas para garantizar la seguridad del aire interior ahora y en el futuro.